La Teoría de la Relatividad

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¿Qué es relativo y qué es absoluto, en física?

La Teoría de la Relatividad nos enseñó que el tiempo no es absoluto como Newton creía. Su fluir no es uniforme e igual para todos los observadores, sino flexible, cuya duración de los mismos fenómenos depende del observador.

La protagonista del Universo es la luz. La luz contiene en su interior el misterio de los misterios. Se propaga a una velocidad inimaginable, 300.000 km/s. Nada puede viajar a una velocidad superior. Es un límite de la física. No es una cuestión de falta de tecnología, sino un principio universal en física.

Pero ahí no acaba el misterio. La velocidad de la luz es absoluta, es decir, no cumple la regla de la composición de velocidades. La velocidad de la luz es siempre la misma independientemente de la velocidad a la que se mueva el observador.

La regla de composición de velocidades nos enseña que, si un observador viaja en un tren que circula a 100 km/h con respecto al suelo, y Ud. se desplaza sobre el pasillo central del tren a 3 km/h con respecto al tren, implica que Ud. viaja a 103 km/h con respecto al suelo. Esta simple regla se cumple para cualquier fenómeno físico, excepto si interviene la luz.

Si Ud. circula en su automóvil a 80 km/h y enciende las luces delanteras, la luz viaja siempre a 300.000 km/h con respecto al suelo. Si usted osara alcanzar un fotón* de luz, éste siempre se alejaría de Ud. a 300.000 km/h por muy rápido que Ud. se mueva.

La luz es una onda electromagnética compuesta por cuantos de luz, llamados fotones.

Una onda electromagnética se caracteriza por su frecuencia (f), longitud de onda (λ) o su periodo (T).