Sobre este sitio

He creado este blog sin ninguna pretensión.

He leído lo suficiente para ser consciente de que todo está ya dicho o al menos alguien ya lo ha pensado, pero aun así me atrevo a ello con la esperanza de que sea en este blog donde al menos un lector pueda conocer algunos aspectos del conocimiento que al menos yo considero interesantes.

Tiene como objetivo que los lectores sean conscientes de algunos aspectos fundamentales de matemáticas, física y metafísica, filosofia, etc.

Normalmente uno ama lo que conoce y recela de lo que no. Luego espero que después de leer sientan más afinidad por cuestiones normalmente ajenas a sus vidas.

Gran parte de los problemas del mundo es la falta de tolerancia hacia los demás e incluso animadversión hacia el prójimo. En parte es debido a que no sabemos nada de sus circunstancias, ni de su vida. Lo anterior se puedes hacer extensivo a cualquier rama del conocimiento.

A las personas en general les intimida pensar en cuestiones transcendentes que van más allá del quehacer de su día a día o de cuestiones puramente mundanas u operativas. Otras personas son indolentes ante estas cuestiones.

La mayoría piensan en que van a hacer hoy o en los próximos días, donde van a ir de vacaciones el próximo verano o si cambian de o no de domicilio o si es mejor vivir de alquiler o hacer frente a una hipoteca.

No dedican mucho tiempo ni a leer ni a pensar en cuestiones filosóficas o metafísicas. Y quizás lo más destacable es que tampoco se interesan por lo que a lo largo de la historia grandes pensadores (matemáticos, físicos, químicos, filósofos, etc.) nos han revelado sobre cómo funciona el mundo. Y me podrán preguntar: ¿y por qué hay que dedicar tiempo a cuestiones que transcienden la vida cotidiana cuando se lo podemos dedicar el tiempo a los aspectos más pragmáticos de la vida? Al fin y al cabo, la vida es finita y nuestro tiempo útil también y entonces ¿Por qué malgastarlo en pensar en cuestiones que seguramente no nos lleven a ningún sitio ni conclusión?

Pues les diría que por varias razones: la primera es por puro placer. Los humanos somos fundamentalmente seres vivos con una alta capacidad intelectual con una gran curiosidad. Aprender, conocer, descubrir, encontrar relaciones entre fenómenos, hacernos preguntas y hallar sus respuestas nos estimula y nos produce placer que emana de nuestra más pura esencia.

A mí pensar en cuestiones que transcienden el día a día me evade de los problemas del día a día y ejerce sobre mí una catarsis que me refresca y estimula para seguir adelante con todos los aspectos de lo cotidiano.

Para poder hacer buen uso de la libertad de expresión antes hay que tener algo interesante que decir y esto se consigue leyendo, estudiando y pensando.